¿Te puedo decir una cosa?
Sí, dime...
No te acostumbres a mí...
¿Cómo?
Que no te acostumbres a mí, ni a mi risa, ni a mi hiperactividad, ni a como me sonrojo cuando me miras, ni a mis besos, ni a mi olor. No te acostumbres a cómo te miro o te dejo de mirar, no te acostumbres a mi cara cuando te ríes de mí, no te acostumbres a mis enojos, ni a que no te suelte la mano jamás. No te acostumbres a mis abrazos, ni a mis "te quiero" sin anticipo. Simplemente no te acostumbres...
¿Y eso a qué viene?
Viene a que yo ya me he acostumbrado a todo lo tuyo, y si lo pierdo lo pasaría mal,
y no quiero que la pases mal, nunca.
No hay comentarios:
Publicar un comentario